Para mantener el agua de una piscina desmontable limpia y saludable, es necesario seguir algunos pasos básicos:
Filtración:
- Utilizar la depuradora: Es fundamental para eliminar partículas y bacterias del agua. El tiempo de funcionamiento dependerá del tamaño de la piscina y la potencia de la depuradora, pero se recomienda un mínimo de 8 horas al día.
- Limpiar el filtro regularmente: Dependiendo del tipo de filtro (arena, cartucho), se debe limpiar cada cierto tiempo para que funcione correctamente.
Química del agua:
- Controlar el pH: Debe mantenerse entre 7,2 y 7,6. Puedes usar medidores de pH y productos específicos para ajustarlo.
- Añadir cloro: El cloro es el desinfectante más común. Se puede usar en pastillas, líquido o granulado. Sigue las instrucciones del fabricante para la cantidad adecuada.
- Utilizar otros productos químicos: Si es necesario, puedes usar otros productos como algicidas, floculantes o clarificantes para mantener el agua cristalina.
Limpieza física:
- Limpiar las paredes y el fondo de la piscina: Se puede hacer manualmente con un cepillo o con un robot limpiafondos.
- Retirar hojas e insectos: Usa una red para eliminar estos elementos del agua.
- Cubrir la piscina cuando no se use: Esto ayudará a evitar la entrada de suciedad y la evaporación del agua.
Consejos adicionales:
- Darse una ducha antes de entrar en la piscina: Esto ayudará a reducir la cantidad de suciedad que se introduce en el agua.
- No usar cremas solares o aceites corporales antes de entrar en la piscina: Estos productos pueden dejar residuos en el agua y afectar a la química del agua.
- Controlar la temperatura del agua: La temperatura ideal del agua está entre 24 y 28 grados Celsius.
Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de una piscina desmontable con agua limpia y saludable durante todo el verano.